Hace dos meses, al sur de Manhattan, decenas de efebos intentaban ser quien volviera a casa con 50$ y el título del hombre más parecido al actor estadounidense Timothée Chalamet.
El concurso, organizado por el youtuber Anthony Po, acabó con miles de personas alterando el orden público, cuatro arrestos y la aparición sorpresa del actor hacia el final del evento.
Tuvo otra consecuencia predecible: la organización de decenas de competencias de dobles alrededor del mundo.
El 1 de diciembre, cerca de las 3 de la tarde, la Plaza San Felipe de Jesús María recibía a sus visitantes esperados: comensales, residentes que elegirían en las urnas a sus representantes de las juntas vecinales, y adolescentes que ensayaban pasos de Kpop impregnadas de los también asiáticos olores del restaurante Garden.
Ninguno de estos grupos parecía advertir que dentro de pocos minutos estaba por comenzar el concurso de dobles de Jaime Bayly joven, emprendimiento conjunto entre las páginas de Instagram Chipiposting y Cheetposting, que ofrecían cincuenta soles a quien se acercara más al prime del escritor peruano.
Por supuesto, tampoco tenían idea de que, mediante comunicados subidos a las historias de ambas páginas, el concurso había sido cancelado a solo unos pocos minutos de iniciar.
La tarde es virgen
"Al principio pensé que era floro, pero vi tantos tiktoks al respecto que supuse que era en serio", dijo Doménica (16), quien, junto a sus amigas, miraba su celular con preocupación luego de encontrarse a sexagenarios ejerciendo su derecho a la representación municipal y no a veinteañeros enternados.
Situación parecida a la de Andrea (25), quien reconoció la inquietud en el grupo de adolescentes y se acercó a preguntar si sabían qué había pasado.
"Jaime Bayly me parecía demasiado guapo de joven, y eso que soy gay y todo", comentó. Acto seguido, empezó a transmitir en vivo por TikTok para alertar a sus seguidores sobre la situación.
Fue entonces que Joaquín Montoya (20), vestido con el terno de su papá —dato confirmado por él mismo, aunque no hacía falta— y con el cabello estilizado por su hermano Juan (22), apareció encarnando la primera posibilidad de que algo suceda.
"Le dije a mi hermano que sentía que tenía un aire, así que vine por la joda", comentó.
"Chipiposting es una farsa", sentenció al ser consultado por la cancelación del evento.
En cuestión de minutos, la audiencia, inicialmente compuesta por unas cuantas escolares decepcionadas, empezó a crecer en tamaño y diversidad, y ya había incorporado al primer Jaime Bayly. El movimiento entusiasmó a Juan, quien intentaba convencer a algunas chicas que se habían acercado de que tal vez, con un poco de esfuerzo, el meme podía materializarse. "Que venga un huevón más...", les repetía.
"Creo que la voluntad de la juventud gen z puede ir más allá de lo que diga o no una página de memes", dijo, mientras intentaba encontrar quiénes de los que rondaban la plaza vinieron para remar en su barco.
"¿Cómo reconoces a alguien que viene a un concurso de dobles de Jaime Bayly?", le pregunté. "Tú notas cuando alguien pasa más de siete horas al día en su teléfono", respondió.
Y tenía razón.
Segundos después, Juan estableció contacto visual con un chico que se ocultaba bajo un arbolito municipal. No vestía terno, sino un polo celeste, pero tal vez encontró en sus ojos la picardía de un conductor de programas nocturnos noventeros. En cualquier caso, sí se trataba de un segundo imitador.
Cuando atendió al llamado y se paró para juntarse con el grupo, desde esquinas opuestas del parque aparecieron dos nuevos participantes. Junto a ellos también se acercaban decenas de jóvenes que dejaron de pretender ser transeúntes distraídos y asumieron el rol que vinieron a cumplir: espectadores de un concurso de dobles mal organizado.
Niños terribles
La novia de José Antonio (23), el segundo Jaime Bayly en aparecer, supo del concurso a través de TikTok e inmediatamente pensó en que era una oportunidad para que su enamorado brille. No tuvo que insistirle. Él se mostró convencido de su presunto parecido. "Estoy con ganas de ganar", aseguró.
Sin embargo, José estaba tan enfocado en su performance que no estuvo al tanto de que las páginas de memes organizadoras cancelaron el evento. "Yo pensé que una chica de TikTok estaba haciendo el concurso", me dijo con extrañeza luego de que escuchó, posiblemente por primera vez en su vida, el nombre Chipiposting.
"Desde hace un buen par de años, la gente me dice que tengo la pinta y elocuencia de Jaime Bayly", dijo con dicción aprista Sebastián (25), quien sí estaba al tanto de las idas y venidas de la organización.
"Ayer pusieron un disclaimer en la publicación diciendo que era un meme y hoy cancelaron con excusas tontas", dijo. No obstante, eso no lo detuvo de intentar emular por una tarde a aquel personaje que unía a su familia en cada emisión de El Francotirador. "Conociendo nuestra cultura memera, sabía que iba a venir gente, aunque sean cinco gatos", añadió. Y fue así.
Entre los felinos mencionados por Sebastián estaba su amiga Isabella, quien llegó con cartelitos que facilitarían el trabajo del hipotético jurado.
Andrea y Juan, los primeros asistentes, notaron de inmediato su voluntad de que el evento se lleve a cabo. Y, tras una deliberación exprés, decidieron que Isabella sería la maestra de ceremonias.
"Lo que pasa es que me vieron con los carteles y las scorecards y me pidieron que lo haga yo. Soy actriz y esta era una buena oportunidad para salir de mi zona de confort", contó luego.
A Joaquín, José Antonio y Sebastián se les sumó un Jaime Bayly adicional.
No vendría ninguno más.
Gracias a la organización articulada espontáneamente, y ante la mirada curiosa de jóvenes adictos a la dopamina y la chismosería local, empezaría el concurso.
Los amigos que gané
"Vinimos para reírnos, las cervezas son para las risas", dijeron Chizito (28) y Édgar (32), sosteniendo respectivas latazas de Pilsen que parecían cumplir la función que se les había encomendado.
El evento, aunque incierto, resultó atractivo para el público que, como ellos, asiste con poca frecuencia a actividades convocadas por internet. "Yo a lo único que fui hace mil años fue a estas juntas que hacían en el parque María Reiche para fumar marihuana", dijo Édgar.
"Para tomar fotos", añadió algunos segundos después.
"Pucha, me gustaría que los que se han animado a vestirse de Jaime Bayly la pasen bien y que la gente los celebre por su valentía", interrumpió Chizito.
Durante los siguientes minutos, eso fue lo que pasó.
Isabella presentó a los participantes y cada uno ofreció discursos inaudibles, consecuencia de la falta de un sistema de sonido acorde a la ocasión.
El público, que sumaba entre cincuenta y sesenta personas, pedía a los participantes que debatan, "tiren un facto" o, si es que de verdad estaban comprometidos con la imitación, besen a otros hombres.
Nada de eso sucedió y el concurso fue definido por el viejo y confiable aplausómetro, que coronó a Sebastián como el ganador.
Las celebraciones no durarían mucho.
Luego de que se acercara un tiktoker a preguntarle a Isabella si ella era Chipiposting, se acercaría también un agente del Serenazgo de Jesús María a pedirle que concluya el evento no autorizado y disperse a la gente.
No pasó mucho tiempo para que la plaza aumentara su promedio de edad a medida que espectadores e imitadores regresaban a vivir un día normal.
Sin embargo, en Instagram, X y TikTok, lo que fue la anécdota de domingo de unos cuantos curiosos se amplificó a tuits y videos con cientos de miles de visualizaciones.
En la plaza virtual no hubo aplausos, felicitaciones o pedidos de entretenimiento homoerótico. Allí la respuesta del público tuvo forma de chapas crueles, fotos de los rostros de los participantes ampliadas con malicia y, claro que sí, chicos convencidos de que ellos se parecen más a Jaime Bayly de joven.
Y es que el peruanísimo impulso de maletear y proyectar en otros las propias inseguridades tiene su hábitat perfecto en el espacio digital.
Para domarlo, a veces viene bien presenciar cómo el entretenimiento de miles puede tener su origen en unas pocas personas que superaron su introversión y construyeron algo a partir de interactuar con extraños, la pesadilla de toda una generación.
A veces viene bien convencer a tu amigo de que comprar cuatro chelas en la bodega e ir al parque a ver si pasa algo es un buen plan.
A veces cincuenta soles ficticios son suficiente razón para ponerte un terno que no te queda en una tarde de primavera.
A veces viene bien salir de tu casa.
👋 Hola, vuelvo por acá luego de unos meses para retomar este proyecto, aún no sé si con la frecuencia del arranque, pero sí con alguna frecuencia. Gracias a quienes me estuvieron preguntando por el boletín y a quienes se han suscrito en estos meses de sequía. Sorprendentemente no han sido pocos. Serán recompensados.
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esta es mi navidad mi cumpleaños mi bajada de reyes y todo en un mismo dia que emocionnnn
"En la plaza virtual no hubo aplausos, felicitaciones o pedidos de entretenimiento homoerótico". Lo leí con la voz del narrador de "Detrás de la risa" de Los Simpson. Te luciste, Bache, le sacaste fuego a ese teclado.